OPINIÓN / Cuentos Políticos: AMLO, el pilotoBy Francisco Martín MorenoTribune News Service•May 11, 2022 at 10:59 amAl recordar los atentados del 11 de septiembre de 2001 cuando cuatro aviones secuestrados por Al-Qaeda se estrellaron, dos de ellos en New York, otro en Arlington, Virginia, y otro más en Shanksville, Pennsylvania, empecé a elaborar una metáfora en la que los mexicanos nos encontramos inmóviles a bordo de un aeroplano capitaneado por López Obrador. En mis fantasías imaginaba la impotencia padecida por los pasajeros del vuelo 93 de United, cuando ya habían sido informados por familiares y amigos a través de sus teléfonos celulares, que otros dos aviones habían chocado contra las torres gemelas y uno más había hecho blanco en el Pentágono, en cuyo caso todos ellos también estaban condenados a una muerte inminente de no reaccionar a tiempo.En el aparato que se dirigía a Pennsylvania viajaban 40 personas dominadas y amenazadas por cuatro piratas musulmanes, armados con cuchillos y explosivos. Quienes se opusieran a sus planes asesinos serían golpeados y acuchillados por los criminales dispuestos a morir como un homenaje a Alá… Los pasajeros, comunicados entre sí, sabían a ciencia cierta la suerte de lo que les esperaba si no lograban hacer abortar los planes suicidas de los terroristas, fanáticos religiosos. Si respondían a la agresión morirían algunos de ellos, pero si permanecían sentados, resignados y dóciles ante semejante peligro, de cuyas consecuencias ya habían sido previamente advertidos, perecerían, sin duda alguna, en su totalidad. ¿Qué hacer?Sin saber que el capitán y el copiloto habían sido degollados y que el avión, tripulado por uno de los terroristas, se dirigía al Capitolio, varios pasajeros decidieron amotinarse y, en apariencia, lograron someter a los terroristas con golpes y forcejeos, según las grabaciones, pero tal vez, cuando estaban a punto de romper la puerta de la cabina, el avión dio un vuelco repentino y empezó a volar invertido, según el reporte del capitán de un avioneta Cessna que también hizo saber cómo el Boeing 757 de United caía, panza arriba, en picada, a 900 kilómetros por hora. Sobra decir que tampoco hubo sobrevivientes, pero el esfuerzo se hizo…En la analogía intento comparar a los pasajeros del vuelo 93 con nosotros, los ciudadanos, que asistimos a diario a la destrucción de las instituciones republicanas, a la devastación de la economía, a la construcción de una nueva dictadura, a la extinción de nuestras instituciones educativas y de salud, a la expansión de la pobreza, de la economía informal y de la delincuencia organizada o no y, sin embargo, la aceptación de AMLO no parece afectarse a pesar de los cuantiosos daños perpetrados en contra de la nación. ¿Somos viajeros apáticos que contemplamos la proximidad de un catastrófico destino sin organizarnos para impedir, en la medida de lo posible, un nuevo desastre económico y, por lo tanto, social?No, una parte significativa de la sociedad ya entendió que nada bueno podía esperar de la 4T y, al igual que respondieron los pasajeros del vuelo 93, han empezado a tomar las medidas para evitar una nueva y previsible debacle. ¿Ejemplos? El año pasado AMLO perdió la mayoría calificada en el Congreso de la Unión, un sonoro éxito ciudadano que debe ser acreditado. Si bien López Obrador ganó en 2018 con 30 millones de votos, tres años después ya había perdido casi 14 millones de electores. Bravo, bravísimo. En la CDMX la oposición se quedó con 9 de las 16 alcaldías, una terrible derrota para Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno. Otro gran triunfo cívico. En la consulta para juzgar a los ex presidentes sólo concurrieron 7 millones de electores, la inmensa mayoría espuria, sin perder de vista que en la revocación del mandato, el 82% no acudió a votar como un muy justificado desaire al Jefe de la Nación. ¿Más? AMLO no logró ejecutar la reforma eléctrica, como tampoco podrá promulgar la reforma electoral ni la educativa, por el bien de la patria. Otro bravo.Los pasajeros de este país, los electores, ya reaccionaron sin perder de vista que AMLO, el capitán, permanece encerrado en la cabina, pero con el debido respeto republicano habremos de extraerlo contra su voluntad, en 2024, por medio de unas herramientas democráticas llamadas urnas…Francisco Martín Moreno es escritor y periodista mexicano que se ha especializado con maestría en la novela histórica. Puedes seguirlo en @fmartinmoreno Artículo Siguiente Artículo Siguiente Al Mejor Postor